Resultados del Semillero
Industria trilla de café
La historia más reciente del municipio nos muestra como el patrimonio industrial y en especial las trilladoras de café fueron un eje importante en el desarrollo del municipio, esto lo sustenta el compilado de documentos, vídeos de entrevistas, una línea de tiempo, entre otros trabajos que realizaron los miembros del semillero con mucho esmero para visibilizar su importancia.
Estas investigaciones fueron basadas en preguntas como: ¿Qué es el café, su origen y cuándo llegó a nuestro continente, Colombia y al Tolima? esto nos lo respondió el historiador, maestro y miembro del Centro de Historia de Honda el señor Tiberio Murcia Godoy, describiendo el orígen del café en el contexto internacional y nacional: desde el Cuerno de África (Etiopía), luego su paso por Europa y finalmente llegando hasta América ingresando por Surinam traído por los franceses, llegando a Venezuela y es introducido en Colombia por la ciudad de Cúcuta (Norte de Santander) donde se instaló el primer punto de aduana, llegando así a la región cafetera, compuesto por los departamentos del Tolima, Antioquia y Caldas. De acuerdo al estudio realizado por la estudiante de sociología Angie Alfonso de la ciudad de Bogotá, hace referencia que en 1880 se construyeron las haciendas cafeteras y se dieron los primeros procesos de modernización de las relaciones de producción en Colombia, y adicionalmente, unos acontecimientos con relación al café y a la conformación de agremiaciones cafeteras a finales del siglo XIX, en el cual hubo varios intentos de creación de agremiaciones, por ejemplo cómo la Sociedad de Agricultores de Cundinamarca en 1893. Cindy Camacho y Laura González Monitora CMALP agregan que posteriormente a principios del siglo XX, cambió su razón social a Sociedad de Productores de Café, logrando un gran acuerdo con las compañías navieras para el transporte por el río Grande de la Magdalena para la organización de los fletes; y en poco tiempo se consolidó la creación de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) en 1927.

Después del proceso de creación de la FNC, las integrantes del semillero Cindy Camacho y Laura González, resaltan al Estadista Alfonso López Pumarejo en su primer mandato (1934-1938) llamado La Revolución en Marcha, desempeñando un papel preponderante, en el sentido de lograr acuerdos con Brasil, el principal exportador de café del mundo, pactando la producción y estabilidad del precio internacional del café.
Sin embargo, se hace la pregunta ¿Por qué el café en Colombia? La señorita Gestora de Colecciones de la CMALP Cindy Camacho indica cómo el café por ser un producto de fácil manejo y de poca inversión de capital, se difundió de manera rápida en la economía campesina colombiana. Durante el período entre 1874 y 1920 el café se desplazó de oriente a occidente, buscando mejores tierras que estuvieran entre 900 y 1700 metros sobre el nivel del mar, mejorando su calidad y el acceso a los puertos de exportación.
Luego de hablar de la llegada del café en Colombia, nos desplazamos a una reseña histórica a nivel territorial, el cual resulta la inquietud de cómo fue que el café llegó al Tolima y Tiberio nos lo describe con una cita del periódico del Nuevo Día dónde indica que “…en 1818 fue plantado el primer cafeto, de manera experimental y por orden del General Nariño, en la plaza principal de Ibagué, 50 años más tarde, el café ya se cultivaba de manera comercial”.
De acuerdo con lo anterior, el municipio de Honda tuvo una fuerte incidencia en el desarrollo del proceso industrial cafetero y adicionalmente en el desarrollo del transporte en el centro del país, cómo también nos explica la politóloga Natalia Cardona Velasco, la forma en que la mujer se integró en la economía formal a lo largo del siglo XX, a tal punto que gran parte de las integrantes de las trilladoras eran mujeres, con labores variadas que iban desde las áreas administrativas hasta áreas de trabajo obrero y en las zonas rurales como recolectoras.
Tiberio Murcia en una de sus investigaciones concluye que en el centro de la ciudad se encontraron los vestigios de lo que un día fueron trilladoras como Bodega Sur, Gualí, Andes, Reina, en la vía hacia Mariquita, Santa Helena y Molino Tequendama, y al norte por la carrera 12 entre los barrios El Obrero y Santa Bárbara, la Bogotá. Además, otras que definitivamente ya desaparecieron como Merino Hermanos, Honda, y las cuales solo se encuentran en la memoria de aquellos hondanos que vivieron la época dorada.
Concatenando con el párrafo anterior, el semillero realizó un recorrido donde se observó una infraestructura con paredes en calicanto, de dos plantas, techos en forma de cubierta a dos aguas y teja de zinc, donde funcionó la trilladora Gualí y por gestiones del director de la Casa Museo se dio la oportunidad de entrar en dicha infraestructura y recrear un poco más su historia.

De otra parte, el historiador Tiberio Murcia aporta primero desde sus conocimientos y manejo de material investigativo y segundo desde el exterior de las paredes del museo, especialmente con la recuperación que hace de una de las trilladoras emblemáticas y uno de los cafés más importantes del momento (primera mitad del siglo XX) el denominado Café Maravilla.
El aporte de la recolección de entrevistas a diferentes personas, especialmente las realizadas por la politóloga Natalia Cardona conociendo las labores de las ex trabajadoras de las trilladoras La Reina, Los Andes y Santa Helena; después Laura González, Cindy Camacho y el director Jorge Rodríguez a los señores Alberto Gómez Londoño y Mauricio Gómez (sobrino del señor Alberto). Lo anterior con el apoyo de una metodología que desde las ciencias sociales y el sector académico se ha denominado Historia oral, tan necesaria para la conexión con la historia de nuestro presente, en ese sentido se quiere hacer un vaso comunicante con la historia actual y con las gentes que toda viven para contar lo acontecido y para crear tejido social de apropiación y consolidación de la identidad hondana.
Este tema del patrimonio industrial hondano, en especial de la industria de la trilla de café, no se pudo haber desarrollado y creado unos productos, sin el trabajo arduo de los miembros del semillero. Para este grupo académico es muy importante seguir desarrollando esta temática, para así fortalecer nuestro sentido de pertenencia del municipio.